Llegamos al pie del teleférico y empezamos a pensar si ha sido buena idea... ¡el desnivel da miedo! Contra lo que nos habían dicho no encontramos demasiada gente y subimos hacia el Mirador del Cable.

Ha llegado el momento temido, una excursión a pie hasta el Hotel "Refugio de Áliva" donde comeremos.

Lo mejor es que es en bajada, aunque después de comer... tendremos que subir.
Un servicio de taxis 4x4 y las nubes que nos envuelven después de comer nos tientan a no volver andando, pero como somos jóvenes y deportistas no caemos y hacemos la vuelta a pie.
El descenso del teleférico es aun mas increíble que el ascenso, son casi 800m de desnivel que se cubren en poco mas de 4 minutos.
La vuelta al hotel es mas tranquila, claro, con la moto fría no conviene apretar mucho...
Después del esfuerzo un bañito en la piscina y una cerveza a los pies de la torre en Potes. Cena en el Bodegón.
Como no, pacharán y a dormir.
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