Ultimo día del viaje, recogemos los equipajes no sin pena de saber que aquí se acaba la aventura… y que nos despedimos de una familia que nos dio una muuuuy calida acogida… gracias familia de Dum.
Iniciamos la vuelta con Zergio que se despedirá de nosotros en Valladolid donde se desvió hacia Madrid, Desmo, FanKebi y yo seguimos hacia casa (Barcelona).
Después de una rápida parada en Aranda de Duero, para una frugal comida, seguimos por carreteras nacionales… Mi sorpresa es cuando después de muchos Km. me doy cuenta de que no hemos pasado ninguna gasolinera… no puede ser, la reserva de mi GSR se ha activado hace rato.. la siguiente señal indica que quedan 10 Km. para lo que parece ser un pueblo importante… al llegar cual es mi sorpresa cuando descubrimos que la única gasolinera que había, hace tiempo que esta abandonada… seguimos a un ritmo muy suave con el fin de economizar gasolina todo lo que pudiésemos… al final llegamos a la autovía… y nada mas entrar se me acabo la gasolina. Fankebi con todavía bastante combustible siguió para localizar la siguiente gasolinera y traer el preciado combustible… cual fue nuestra sorpresa al saber que estaba a solo 3 km.
Una vez en la autovía, y subsanado el problema de combustible decidimos seguir por esta, con el fin de llegar lo antes posible.
De repente a lo lejos empiezan a verse nubes amenazadoras, las gotas empiezan a caer.. y apenas nos da tiempo de equiparnos para la lluvia y a los dos Km. deja de llover… que alivio.. Cuando de repente cayo la mayor tromba de agua que he visto montado en una moto, a eso se le unió una granizada… la verdad es que en esos momentos nos vimos bastante apurados, así que en la primera salida que pudimos, abandonamos la autovía.. a poca velocidad y recibiendo los golpes del granizo.. como pudimos nos refugiamos debajo de un balcón … del pueblecito mas cercano… entonces unas voces nos llamaron la atención, una madre y su hija nos llamaban desde un balcón. Como no una familia de moteros, el marido había salido esa misma mañana dirección a Madrid con la moto, y ella con la niña y su padre estaban solos en casa. Y aun así nos permitieron entrar en su parking, donde nos pudimos resguardar hasta que la lluvia arrecio.. lamento profundamente no saber sus nombres, y no recordar la población que era… pero creo que estaremos los tres eternamente agradecidos por su amabilidad.
La ruta siguió bajo una lluvia constante, hasta llegar a casa.. por fin en casa.. mmm esta noche no hay Pacharan lastima.
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