Domingo sigue un poco tocado y decide seguir haciendo reposo, el resto de viajeros tomamos rumbo a Finisterre, donde antiguamente se pensaba que acababa el mundo. Las vistas son espectaculares y el lugar tiene una magia especial, ahí termina realmente el camino de Santiago.
Tras tomar el aperitivo ponemos rumbo a Muxia, un pueblo situado en plena Costa Da Morte. Realmente acertamos con el restaurante donde comer, ya se sabe que en los lugares turísticos hay que buscar donde come la gente del lugar, en este caso lo encontramos.
Mas tarde visitamos el templo de la Virgen Da Barca y "Las Piedras" que se sitúan delante. Son unas enormes rocas desgastadas por el oleaje con formas redondeadas, dignas de ver.
La siguiente parada es en el Cabo Vilan, donde nos sorprende la llegada prematura de un frente que debía llegar la mañana siguiente, visitamos el faro deprisa y corriendo pero ya tenemos claro que es inevitable que acabemos empapados (la ley de Murphy actúa y no llevamos los trajes de agua).
El camino de vuelta a Chacín es un suplicio, sobretodo para un servidor, bajo la lluvia y con mucha niebla, pero que demonios... ¡¡estamos en Galicia!!!
Tras la ducha calentita, cena, degustacion de orujos varios y a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario